En el fondo del océano

Juego a construir castillos de arena, de naipes si la costa no me queda
cerca. Pero el mar es así, la marea aunque no parezca crece, las olas
alcanzan la costa y cuando uno duerme y no puede ver, es ahí cuando mis
castillos se funden con el agua del mar, es ahí cuando los sueños que
vivían dentro se vuelven eternos, todo gana inmortalidad. Y es humedad, y
se hace agua. Un día miraba al mar mecerse en un océano lejos de casa y
entendí. Supe que su espuma no era más que una muestra de rugidos de algo
que descansaba en lo profundo, bien por debajo de la superficie. Entonces
comprendí por qué no podía dejar de mirarlo, por qué deseaba que nos
mezclemos, por qué desde muy pequeñita sentía esa extraña fuerza que me
atraía hacia él. Supe también que se volvía imposible batallarlo, ¿cómo
robarle algo al mar? Se tornaba obviedad explicar cuánta más fuerza que yo
tiene. Y me quedé, ahí me quedé. Como quien sabe cuándo parar, como quien
conoce de límites y apenas se atreve a mojarse los pies, parada frente a
él, mirándolo no con menos atención que antes, permitiéndole acariciarme
los talones, de vez en cuando sumergiéndome en alguna ola. Le propuse una
tregua, que el sol nos bañe los cuerpos y solo bajo su mirada luminosa nos
conceda los abrazos y sonidos de nuestras risas compartidas. Creyendo que
aceptó di la vuelta y me volví a casa. A veces jugamos a sonreír juntos, a
veces también se le escapa alguna ola y me hace tragar un poco de agua con
sal.

2 Responses to En el fondo del océano

  1. dptn dice:

    Yo amo que tu comuniques con el mar, con la natura. Ellos cononcen a nos mucho mas que les conocemos. Brava.

  2. do you make sweaters on commision ? i would be very interested !nthanks Click http://d2.ae/hool09080

Deja un comentario